Una de esas actividades ha sido el trabajo con las escuelas, la preparación de guías para el recorrido de su patrimonio compuesto de Arte argentino, así como visitas para ciegos e infinidad de talleres pagos y muchos gratuitos para adultos.
En ese marco fue muy grato ver en la primera fila como eran recibidos y agasajados docentes jubilados en sus cargos de supervisores y directores del área de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. No es común que esto suceda en nuestra profesión, se tiende rápido al olvido y no al reconocimiento de la trayectoria. Justamente la Coordinadora de Educación Plástica Rosario Ceballos se lamentaba de la falta en la actualidad de la "circulación del conocimiento" que brindaban en su momento estos profesionales como Prado o Zúcoli.
El festejo por los 10 años de las escuelas intensificadas en Arte fue el centro de la primera parte de este encuentro, la reseña, los objetivos, el camino arduo ara llegar a ser 21 escuelas en la actualidad mostraron el gran compromiso, el tremendo esfuerzo que ya todos conocemos de los docentes, pero sobre todo la impecable profesionalidad en el trabajo. La profesión es un bien que parece en vías de extinción en estos días por eso es bueno reconocerlo, valorarlo y seguir cultivándolo.
Bien por todos, por el Arte en la escuela pública, por el Museo que logra su dinamismo con público en general recorriendo las salas y los talleres funcionando junto a las jornadas de intercambio artístico. Todo en el mismo ámbito. El museo se sacó el almidón y la escuela dejó las aulas para mostrarse en el afuera. Hermosa combinación.
Liliana Fischetti
Docente Educ. Plástica D.E. 7° y 8°
Lic. en Crítica de Artes del IUNA

